viernes, 27 de diciembre de 2013

Necesito uno de tus abrazos

Hoy es una de esas noches en las que no puedo dormir, en las que mis pensamientos me pesan más que el sueño, y los ojos no se cierran, es más, examinan cada esquina de mi cuarto hasta memorizarlo por completo.

Y no es insomnio, no, ni mucho menos. No es que me halla dormido la siesta, o bebido más café de la cuenta. Simplemente es que no sé dormirme sin ti.. Cierto, te necesito. Los otros días caigo derrotada, casi ni me acuerdo de la transición entre que me pongo el pijama y ya me despierto en la mañana. Pero hoy, justo hoy, tengo ganas incomparables de abrazarte. Sí, sí, como lees, abrazarte. Necesito abrazarte en la cama, acurrucarme en tu hombro mientras muevo mis pies para relajarme. Dibujarte cosas bellas en la espalda, respirar y olerte, diferenciar ese aroma embriagador que desprendes y me hechiza. Necesito besarte. Tocar con mis labios los tuyos, y sentir que estás aquí, conmigo. Darte la mano muy fuerte hasta que parezca que nos hemos fundido, y ya no hablamos de tu mano ni de la mía, sino de la nuestra.

Necesito una de esas noches en la que nos dormimos tonteando, diciendo las cosas más absurdas jamás oídas, riéndonos a carcajadas y quedarnos en silencio... mirándonos... Ese silencio que envuelve toda la habitación, ese silencio maravilloso en el que más que nunca te das cuenta, que estemos a un centímetro como a 2500 kilómetros de distancia, estamos unidos por el amor que sentimos.

Sí, hoy estoy en uno de esos días, en los que necesito que me abraces y me mimes hasta caer dormida entre tus brazos, sentirme protegida hasta durmiendo.



Te amo
Nunca lo pongas en duda